Culpable o no, el cuarto capítulo de Luis Miguel: la serie, nos ha traído intensos momentos de desamor que no sólo le ha roto el corazón a nuestro Sol sino que a nosotros también.
En este capítulo, la adorable Mariana enloquece de celos porque Luismi aparece en unas fotos besando a una preciosa modelo y, por coincidencia, ella tiene que hacer una sesión fotográfica a su ex que resulta ser el hoy famoso director de cine Alejandro González Inárritu, “El Negro” a quien en la serie le llaman “El Moro”.
Este enredo deriva en una serie de malentendios y mentiras que terminan en una ruptura definitiva y dos corazones destrozados. Eso sí, aunque nos dé pena la tristeza de Luismi, sin estos eventos tan desafortunadso, no hubiéramos podido cantar el dolor de un truene a todo pulmón al son de miénteme como siempre, por favor miénteme.
Este amargo episodio se conjunta con que Luisito Rey le dice a Luis Miguel que localizó a su madre, que tiene un amante y que no quiere saber nada de ellos, pero ésta es otra de sus artimañas manipuladoras para hacerle creer a Luismi que todas las mujeres son infieles. Entonces él desfoga su despecho en los brazos de Sophie, personaje que representa a la cantante Stephanie Salas con quien El Sol tuvo una hija a la que no reconoció hasta muchos años después, pero no vemos eso en este capítulo.
En tanto, la infancia de Micky empieza a convertirse en una montaña rusa de conciertos, fans y grabaciones de discos para salvar la economía familiar, sacrificando sus estudios, mientras Luis Rey lo mantiene alejado de su madre para que no se distraiga. Ah, y Raúl Velasco junto con Emilio Azcárraga lo invitan a participar en ‘Siempre en domingo’.
Aunque esperamos con ansias que llegue el próximo domingo, el nivel melodramático de este capítulo nos deja con la sensación de que Luis Miguel: la serie, se empieza a convertir en la telenovela. Ojalá que el próximo repunte.