Tal vez, seas uno de los que están en contra de los destrozos y protestas feministas en México, pero después de que veas el documental Las tres muertes de Marisela Escobedo en Netflix, cambiarás de opinión.
¡Quémenlo todo! ¡Arriba el feminismo que va a vencer! ¡Somos malas, podemos ser peores! Son las frases de mujeres que protestan ante la violencia contra las mujeres, porque ser mujer en México es un peligro.
Netflix estrenó el extraordinario documental Las tres muertes de Marisela Escobedo una coproducción de VICE Studios y Scopio, dirigido por Carlos Pérez Osorio, que relata la historia de una madre en búsqueda de justicia.
Muchos quedamos impactados por aquellas imágenes de Marisela Escobedo corriendo entre los autos tratando de escapar de un sicario que finalmente la asesinó frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua sin que nadie hiciera algo, esto es solo una parte del horror de una historia que indigna.
El documental relata el asesinato de Rubí, hija de Marisela Escobedo, a manos de su pareja, quien tira sus restos en un basurero y quien acaba perseguido por las autoridades hasta que lo atrapan; pero en un juicio es liberado a pesar de confesar el crimen.
Ahí comienza el calvario para una madre que se enfrenta a la impunidad, al México del no pasa nada, al México donde no existe la justicia, al México que avergüenza.
Elaborado con testimonios, videos periodísticos y escenas de juzgados, uno de ellos es cuando un grupo de jueces en Chihuahua dejaron libre al feminicida, se reconstruye una historia dolorosa, desgarradora y cruel. ¿Por qué demonios nadie le hizo caso?.
Marisela Escobedo pasó de ser una pequeña empresaria a una incansable luchadora, caminó kilómetros, se enfrentó a todo tipo de autoridades y hasta a César Duarte, ex gobernador de Chihuahua, hoy preso en Miami.
Incluso, fue investigadora ante la ineficacia de las autoridades y encontró al asesino de su hija. Para su sorpresa, las autoridades permitieron que escapara el feminicida Sergio Rafael Barraza, integrante de los Zetas y quien significaba un peligro más para la vida de Marisela Escobedo.
“No me voy a esconder. Si me va a venir a asesinar, tendrá que venir a asesinarme aquí para vergüenza del Gobierno”, dice Marisela Escobedo a la cámara y así fue, la mataron.
El documental revela cifras escalofriantes: en México mueren asesinadas 10 mujeres al día y en el 97% de los casos no se hace justicia. “No olvide sus nombres por favor señor presidente”, es tan solo una pequeña frase de “Canción sin miedo”, tema de Vivir Quintana, que aparece en el documental, un himno, un grito desgarrador.
Laura Woldenberg, productora del documental, le dijo a el periódico El País en una entrevista: “Este documental muestra la necesidad de justicia y reparación de daños que necesitamos atender en México de manera inmediata. Y evidencia que las demandas feministas son tan justas y urgentes y no vienen por razones políticas ni ideológicas”.
La lucha no terminó con el asesinato de Marisela Escobedo a “los pies” del gobierno, la lucha continúa porque existen miles de “maricelas” buscando justicia en México y nadie debe de darles la espalda.
Las tres muertes de Marisela Escobedo es un documental poderoso y tan hermoso como angustiante y doloroso, donde el espectador se vuelve parte de la lucha de una mujer que vive un infierno y que nos deja pensando en el día en que todos podríamos ser ella: Marisela Escobedo.
Al final, el documental es una carta de amor para Marisela, su hija y la familia que se desmoronó y sangró en la búsqueda de justicia pero también un recordatorio, un mensaje para todos aquellos hombres que se espantan y critican cuando un grupo de mujeres “locas” destrozan y queman todo; créanme, las están matando y nadie hace nada en México. Marisela Escobedo, la lucha sigue.
Canción sin miedo, tema de Vivir Quintana
Que tiemble el Estado, los cielos, las calles
Que tiemblen los jueces y los judiciales
Hoy a las mujeres nos quitan la calma
Nos sembraron miedo, nos crecieron alas
A cada minuto de cada semana
Nos roban amigas, nos matan hermanas
Destrozan sus cuerpos, los desaparecen
¡No olvide sus nombres, por favor, Señor Presidente!