Fernando “El Toro” Valenzuela alienta la esperanza deportiva para la fanaticada de los Dodgers, para la comunidad latina y principalmente, para los mexicanos amantes de beisbol. El nacido en Etchohuaquila, Sonora, quedó inmortalizado por la franquicia la tarde-noche de este viernes 11 de agosto cuando fue retirado el legendario número de su jersey; a partir de ahora, nunca habrá otro 34 en la historia de los Dodgers de Los Ángeles.
El ídolo de multitudes es el primer mexicano y el 12º Dodger en recibir los máximos honores que una organización otorga a un pelotero, y ahora se ha colocado al nivel de Jackie Robinson (42), Sandy Koufax (32), Duke Snider (4), Don Sutton (20) y Tommy Lasorda (2). A pesar de las críticas y los cuestionamientos sobre si su número debía o no ser retirado por no contar con las credenciales estadísticas para ingresar al salón de la fama de Cooperstown, lugar que hasta la fecha le ha sido negado, Valenzuela sacó boleto ganador por lo que hizo en la cancha, sí, pero también por su significado social y cultural, como fenómeno de reivindicación para mucha gente de habla hispana que nació en los Estados Unidos.
Valenzuela debutó en las grandes ligas como relevista el 15 de septiembre de 1980 a los 20 años contra los Bravos de Atlanta, por inciativa del manager Tommy Lasorda, quien lo arropó como hijo adoptivo durante toda su carrera en los Dodgers. Mi padre Francisco Ponce, periodista deportivo, decía que en los 80´s, la época dorada de “El Toro”, quizás, era único mexicano al que se le disculpaba todo: hasta el no hablar inglés.
En diciembre de 1981, después de que Fernando tuviera una temporada excepcional (Premio al Novato del Año de la Liga Nacional, premio Cy Young y campeón de la Serie Mundial), Ponce entrevistó a Lasorda (Proceso No. 0266- 29), quien reconoció la calidad de Valenzuela y mostró su admiración por el joven pelotero mexicano: “Es sorprendente para un muchacho de su edad, que no habla inglés, poder comunicarse a través de su carisma. Todos estamos orgullosos de Fernando. Lo amamos. Porque Fernando ve siempre por el equipo… no puedo encontrar palabras para definir la clase de hombre que es.”
Lasorda agregó:
“Estoy orgulloso de todo lo que hace, no sólo por el béisbol, por los Dodgers, por la ciudad de Los Ángeles, por los aficionados, sino por lo que hace por México, por los dos países, en los que hay millones de personas pendientes de él. Y esto es lo más importante de Fernando: hace bien a los mexicanos, a los estadunidenses, a los jóvenes”.
Sobre su reconocimiento, el propio Fernando dijo en una entrevista para ESPN.com sentirse sorprendido por la noticia “yo nunca esperé que esto pasara. Tienes que primero ingresar a Cooperstown… fue una sorpresa. No es sólo para mí, es para la gente, para los fans y para mi familia”, dijo el detonante de la fiebre conocida como “Fernandomanía”.
Por su parte, el presidente de los Dodgers, Stan Kasten, dijo que revisaron la política de retiro de números por una petición de los fanáticos de la ciudad “lo que logró durante su carrera como jugador, no sólo en el campo sino en la comunidad, es extraordinario…Realmente encendió la imaginación de los fanáticos del beisbol en todas partes. Es difícil imaginar que un jugador tenga un mayor impacto en los fanáticos que el que ha tenido Fernando”, afirmó Kasten.
La ceremonia de homenaje se realizó previo al segundo juego de la serie ante los Rockies de Colorado en el Dodger Stadium, con la presencia de exlanzador Sandy Koufax, el excatcher Mike Scioscia, el serpentinero mexicano Julio Urías y el narrador ecuatoriano Jaime Jarrín. “El Toro” salió del dogout vestido de traje para ser recibido como se merece un atleta de su talla: con mariachis al grito de ¡puro Sonora, sí señor! Los encargados de develar su número 34 en lo alto del jardín izquierdo, fueron los expeloteros Orel Hershiser y Manny Mote, acto que Fernando presenció conmovido en compañía de su familia. El público no cesó de aplaudir durante todo el evento.
¡Oficialmemte volvió la Fernandomanía! Y es que durante el fin de semana no sólo se retiró su número y se distribuyeron gratuitamente artículos conmemorativos (playeras, bubbleheads y réplicas del anillo de la Serie Mundial de 1981 que ganaron los Dodgers de la mano de Fernando) a los aficionados que compraron boletos, además, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró el 11 de agosto como el Día de Fernando Valenzuela.
En su cuenta de Twitter, Bass publicó “Un nuevo día para nuestra ciudad. Una nueva temporada para nuestro equipo”, y en otra publicación comentó “…honramos y celebramos el legado de la `Fernandomanía´ que se convirtió en una sensación mundial. Si bien el número 34 se retira hoy, en la ciudad de Los Ángeles siempre celebraremos el Día de Fernando Valenzuela cada 11 de agosto”.
Para concluir un fin de semana de ensueño, los Dodgers barrieron en Los Ángeles la serie de cuatro jugos ante los Rockies: 1-2, 1-6, 1-4 y 3-8, con la participación de los pitches mexicanos Julio Urías como abridor y Víctor González como cerrador, en el último partido.
¡En hora buena Fernando! Como dice la canción de Rafael Buendía: a toda la afición se los digo con decoro, si se trata de beisbol, mi gallo es “El Toro de Oro”.
RECOMENDACIÓN:
Para los fanáticos de Fernando Valenzuela y los interesados en conocer más sobre su historia como beisbolista de grandes ligas y el impacto cultural de Fernando en Estados Unidos, les recomendamos la docuserie “Fernandomania @ 40” creada por Los Angeles Times con motivo del 40 aniversario de la maravillosa temporada de 1981.
Aquí les compartimos el episodio número 1: