La muerte de un personaje querido duele, por supuesto, pero puede ser entendida y justificada, sin embargo todo tiene un límite, y es que la mayoría de los casos, uno desea que le cuenten una historia que tenga un héroe que trascienda todos los obstáculos. En un plano muy básico, uno desea que los buenos ganen y que triunfe la justicia. Tampoco quiere decir que uno no disfrute de ficciones con finales tristes, pero si las muertes no son justificadas, todo se puede ir al traste.
En el caso concreto de The Walking Dead, todos hemos padecido las ausencias de grandes personajes como Beth o Glenn, pero ¿matar al hijo del protagonista? ¿un personaje al que hemos visto crecer y del que se nos ha hecho creer que podría tomar la batuta del liderazgo? Me parece una verdadera mentada de madre: la decisión de matar a Carl es una de las peores decisiones de la serie.
Lo anterior sólo revela la falta de creatividad de los realizadores ante una serie que va en picada desde hace un par de temporadas, por lo menos.
Si matar a un personaje principal para darle mayor audiencia la serie es la solución creativa ante su decadencia, no tengo grandes expectativas para el final de esta temporada. Aun así, espero que los creadores nos sorprendan.