A los 48 años, David Beckham se pasea por su casa de campo en la prestigiosa región británica de los Costwolds. Se le ve feliz y pleno mientras camina en compañía de Fisher Stevens, el director de la nueva serie documental de Netflix sobre la vida del exfutbolista.
David Robert Joseph Beckham recorre su residencia para mostrarnos la versión íntima de sus actividades como padre de familia y atleta retirado, entre las que destacan su pasión por la apicultura, por la gastronomía y por mantener el orden de su extenso guardaropa, fruto de una carrera profesional exitosa y una vida de ensueño.
Durante cuatro episodios de poco más de una hora de duración, el nacido en la ciudad de Londres, Inglaterra, platica cronológicamente cómo le sucedieron las cosas, desde que era un niño y jugaba a la pelota con su padre en el patio de la casa en Manchester, hasta convertirse en la figura mediatica más destacada del futbol mundial.
En la narración de los hechos lo acompañan principalmente sus padres y la artista, diseñadora y empresaria, Victoria “Posh” Beckham, exintegrante del conjunto musical Spice Girls y el soporte familiar para sortear los complicados momentos en pareja, como por ejemplo, los cambios de ciudad, la exposición mediática, el cuidado de los hijos, la crítica y la infidelidad de su esposo, el Spice Boy.
A ellos se suman las voces de amigos y exfutbolistas como Alex Ferguson, Gary Neville, Éric Cantona, Luis Figo, Mítchel Salgado y los brasileños, Roberto Carlos y Ronaldo, con quienes compartió vestidor en el Real Madrid como integrante de los inolvidables “Galácticos” (2003-2007).
Para los amantes del futbol, es un deleite recordar y transitar con material audiovisual de archivo por la vida profesional de David Beckham, pasando por los videos familiares, los entrenamientos, los goles y los sin sabores en el terreno de juego.
Son imperdibles las reacciones del astro británico mientras es abuchado constantemente por ser expulsado en la Copa Mundial de Francia 1998 durante un partido decisivo de octavos de final contra la selección Argentina, o ver la expresión de su rostro cargado de nostalgia y lágrimas antes de abandonar la cancha, en lo que fue su último partido como profesional en el club París Saint-Germain en 2013.
En una declaración, su padre asegura tener entre mil 300 y mil 400 grabaciones de partidos en video de la etapa juvenil y de formación de Beckham y, en ese sentido, el documental no tiene desperdicio, pues ofrece una mirada placentera para el fanático del deporte, ya que se cumple con el propósito histórico de plasmar la evolución del jugador y su pasión por la actividad que desde siempre le ha dado todo.
Beckham, la serie documental, es un material informativo, preciso y agradable de lo que significa una carrera deportiva ejemplar; sin embargo, es una mirada autobiográfica positiva que no profundiza en el conflicto ni empuja mayor debate sobre ciertos pasajes dramáticos, como por ejemplo, los problemas que tuvo con sus entrenadores, su vida fuera de las canchas o su infidelidad, tema que prácticamente no se cuestiona en las entrevistas.
Se trata del show de David Beckham, montado por él y por su gente cercana, con flashazos a su vida privada y a su desbordante figura publicitaria, misma que le ha dado las credenciales para ser protagonista de nuevos escenarios deportivos, ahora como presidente y como uno de los propietarios del equipo Inter Miami de la liga MLS de Estados Unidos, en donde tiene a un aliado de lujo, Lionel Messi, quien para algunas personas, sigue siendo el mejor jugador del mundo.