El músico estadounidense Dave Grohl dirige el documental What Drive Us donde consigna los inicios de varias bandas de rock, entre ellas la suya Foo Figthers, las cuales emprendieron la aventura del rock and roll a bordo de un vehículo tipo van.
La premisa es que todo comenzó viajando en camioneta. El éxito de los grandes artistas que aparecen en la película (Ringo Star, The Edge, Brian Johnson, Lars Ulrich, Slash, Steven Tyler, Flea, Ian MacKanye, Tory Kanal, Ben Harper, St. Vincent, Exene Cervenka, Kira Roessler, etc.) solo puede entenderse a partir de esta experiencia kilométrica basada en recorridos sobre ruedas.
El objetivo: lanzarse a la aventura, gritarle al mundo para darse a conocer y tocar en la mayor cantidad de escenarios posibles a lo largo y ancho de Estados Unidos, principalmente.
Dave Grohl entrevista a estas leyendas para ofrecernos una postal biográfica de sus comienzos y trayectoria como músicos. Ellos como muchos otros artistas de mitad del siglo XX para acá, tuvieron forzosamente que pasar por esta situación de viajar como sardinas en camioneta. Una práctica que se reproduce en todas partes del mundo y que se convirtió en una tradición vigente hasta nuestros días.
En primera instancia, What Drive Us pareciera un anecdotario de estos personajes, hoy icónicos en la industria musical, que podría titularse como “Historias de camioneta”. Pero el documental va más allá. Es un viaje que trasciende los trayectos y las giras en camioneta para darnos una mirada profunda sobre la evolución de la música. Opiniones como las del arreglista de Nueva Orleans, Charlie Gabriel de 88 años, aderezan el sentido histórico de la cinta.
Las vivencias van desde el ingenio para acomodar los instrumentos, pasando por las “cómicas” flatulencias, hasta las tristes historias de abuso y consumo de drogas, como la que cuenta el baterista D.H. Peligro (Dead Kennedys, Red Hot Chili Peppers) quien después de ocho intentos logró rehabilitarse y mantenerse sobrio.
Tocas para volverte bueno y mientras más tocas estás más cerca de la gente. Un punto en común de estas fascinantes historias es que comparten la libertad y el amor al arte que se transmite al momento de tocar un instrumento o cantar una rola. Así, estos músicos de furgoneta coinciden en la pasión, en el goce de tocar en vivo, en la adrenalina, en la conexión que solo ocurre entre el artista y la audiencia gracias a la magia de los escenarios y el contacto humano.
Dice alguien en el documental que “la recompensa tiene que ser la experiencia”, vivir cada momento del viaje y disfrutarlo, para después, volver a repetirlo. No tiene porque haber un final. Esta metáfora embona a la perfección con la premisa de que el éxito de estas bandas comenzó en una camioneta. Todo surge a partir de una idea o la intención de emprender un proyecto de vida; en este caso, elegir el incierto camino de la música.
Los recorridos sobre ruedas se traducen en aprendizaje y crecimiento. Se trata de un ejercicio humano libertario como cualquier viaje hacia alguna parte, cargado de tolerancia, de amistad en caso de viajar acompañado y de mucho significado personal.
Hoy, la tecnología permite nuevas formas para conectar con las audiencias. Pareciera que aquellos viajes austeros en camioneta están descontinuados o fuera del imaginario de los músicos contemporáneos. Sin embargo, aún existen esos emprendedores a la antigüita, y a pesar de las plataformas por streaming o YouTube, la realidad es que nada se compara con la maravillosa experiencia de un concierto presencial.
The Edge afirma que “la música puede cambiar al mundo”. Añadiría que la música cambia la vida de las personas y es todopoderosa. Los melómanos entenderán que para recordarlo solo es necesario hacer la pregunta ¿Cuáles son los conciertos que han cambiado mi vida? La respuesta vendrá acompañada de amor mezclado con imborrables memorias que erizan la piel. Es por eso que What Drive Us cobra relevancia, más ahora después de un año de pandemia. Y como remata Ringo Star: “si quieres hacerla en este negocio, tienes que subirte a la camioneta”.