por Miguel Mora
Las deudas pueden unir a muchas familias, pero lo interesante es cuando seres desconocidos se unen sobre la misma causa. Ese es el motor de la historia que nos presenta Steve McQueen, el reconocido director inglés en su última entrega: Viudas (Widows, EUA, UK, 2018)
Viudas es una película basada en una mini serie de TV británica del mismo nombre, tomada de la novela original de Lynda La Plante, ahora llega a la pantalla grande dirigida por Steve McQueen y escrita en colaboración con Gillian Flynn.
Inmersa en el género del cine negro, la historia toma como escenario la ciudad de Chicago. Curiosamente, esa metrópoli ha sido el lugar privilegiado por varios cineastas para tratar temas de corrupción y crímenes políticos mezclados con la mafia local. En consecuencia, McQueen no se queda atrás, desarrollando un thriller complicado con un reparto que incluye a más de 25 actores.
La película empieza con una secuencia vertiginosa que describe la huida de una banda de asaltantes dirigida por Harry Rawlings (Liam Neeson). En medio de la trepidante persecución que emprende la policía, algo sale mal y la pandilla queda atrapada dentro de una camioneta donde terminan envueltos en llamas hasta morir calcinados.
Tiempo después, descubrimos que las esposas de los integrantes de la banda tienen problemas de dinero. Simultáneamente, nos enteramos que en la ciudad se están llevando acabo unas elecciones locales en las cuales participan Jack Mulligan (Colin Farrell), el hijo del titular Tom Mulligan (Robert Duvall), que compite con Jamal Manning ( Brian Tyree Henry) por el distrito 18.
Supuestamente, nada tiene que ver, pero las historias se entrelazan cuando Jamal Manning irrumpe en la casa de Verónica (Viola Davis), la viuda de Harry, para exigirle un dinero que su marido le robó.
Aparentemente no hay salida, pero la historia toma otro sesgo cuando Verónica encuentra en una agenda de su marido los datos necesarios para concretar un atraco con un botín millonario que podría resolver todos sus problemas financieros.
Impulsada por la desesperación, Verónica recluta a las viudas de la banda para que le ayuden a efectuar el robo. La historia está salpicada de flashbacks que sirven para explicar la trama.
Más adelante, las mujeres se reúnen para preparar el atraco, y es cuando descubrimos las personalidades de Alice (Elizabath Debicki), una mujer maltratada a la que su marido consideraba una rubia tonta; Linda (Michelle Rodriguez), quien fue estafada por su marido, haciéndole perder el local donde vendía ropa, y Amanda (Carrie Coon), que quedará al margen de la acción por tener un bebé recién nacido.
A falta de una de las integrantes, se les unirá Belle (Cynthia Erivo), una madre soltera musculosa que sabe conducir y realiza labores de vigilancia para el grupo.
Una vez establecidos los personajes, la trama va sorprendiéndonos con varios actos de violencia, propiciados por la mafia, que acosan al grupo de mujeres antes de cometer el robo. La suerte está echada y, como cualquier película comercial de suspenso, cumple con lo esperado.
Aunque Viudas tarda en arrancar, el trabajo del director Steve McQueen logra hacer que la historia levante, en parte también se le puede atribuir esta labor al editor Joe Walker que ha demostrado en el armado de la cinta su habilidad para mantenerla en movimiento, a pesar de tantos personajes y puntos importantes de una trama larga e intrincada.
Lo interesante de esta cinta es que, sin abandonar el género, oscila entre el drama femenino y las reglas del thriller sin perder el rumbo, manteniendo en todo momento el suspenso necesario para avanzar, de tal manera que el espectador siempre está conectado con la historia.
La fotografía, a cargo de Sean Bobbitt, es más que eficiente, no solo cumple con los momentos de calma, también aporta una sensación expectante en los momentos de acción vertiginosa. Su trabajo es impecable y siempre aporta una atmósfera adecuada que ayuda al montaje final.
Viudas fue estrenada en el Festival Internacional de Cine de Toronto 2018.
Una película recomendable.