Con The Batman (2022), Matt Reeves calla a muchos detractores y nos muestra que aun existen muchas cosas que este personaje de la cultura popular tiene que decirle al mundo. Detrás de toda su oscuridad, es sorprendente lo que puede salir a la luz.
Cuando me enteré que habría otra película de Batman, pensé: “No, gracias, con las de Nolan tengo. No necesitamos otra”. Pero luego de ver la cinta de Matt Reeves me queda claro que la profundidad de este super héroe es tal que el mito nunca se agotará.
Claro, todo radica en quién cuenta la historia, pero basta con ver la cantidad de novelas gráficas —y ahora esta cinta— a las que éste héroe ha dado pie para saber que estamos frente a uno de los mejores personajes de ficción.
La historia comienza —como ya es costumbre en la cintas de Batman—, con una Ciudad Gótica infestada de criminales, donde la esperanza pende de un hilo. En medio de este caos, Batman emerge detrás de las sombras para, paradójicamente, arrojar algo de luz… (Aunque el mismo personaje dice que él es la sombra).
En medio de todo esto, Ciudad Gótica se encuentra en vísperas de una contienda electoral entre “más de lo mismo” con el actual alcalde y una opción fresca de la mano de una política afroamericana (Jayme Lawson) quien promete un cambio verdadero.
Desgraciadamente el alcalde es asesinado por El acertijo (Paul Dano), quien comienza a hacer sus pininos en el mundo del crimen. ¿Qué es lo que este criminal quiere? Desenmascarar a diversos funcionarios públicos debido a su doble moral, la cual ha permitido la corrupción al tiempo que se ha olvidado de los ciudadanos, dejándolos a su suerte. El acertijo viste más como un loco mezcla de terrorista y asesino serial que por momentos es escalofriante.
En este momento Batman (Robert Pattinson) es tratado de manera hostil por las autoridades de Ciudad Gótica, excepto por el Teniente Gordon (Jeffrey Wrigth) quien fomenta su participación en asuntos policiales.
El asesinato del alcalde es el primero de varios que ocurrirán a lo largo de la historia. Batman deberá descubrir quién es este sujeto y detenerlo, independientemente de que poco a poco vaya a saliendo a la luz toda la corrupción que envuelve a la ciudad, y que tocará incluso a nuestro héroe.
Batman se topará con Selina Kyle (Zoe Kravitz) quien está dando sus primeros pasos como Gatubela; con el mafioso Carmine Falcone (John Turturro) y con el Pingüino (Colin Farrell), aun lejano a ese personaje caricaturesco en el que seguramente llegará a convertirse.
En medio de una estética Noir y una atmósfera asfixiante (cargada de close ups) en donde luces de rojizas rompen con la armonía de las sombras, Batman utiliza el miedo para amedrentar a los criminales, de la misma manera que ellos lo hacen con sus ciudadanos. De hecho, Batman mismo tiene miedo pero trata de enfrentarlo y generar un cambio para todos.
La personalidad de Batman es sombría, parece deprimido y carente de energía; pero se transforma al momento de usar la violencia en contra de aquellos que la ejercen. La actuación de Pattinson nos engancha casi de manera inmediata, así que durante casi tres horas de película nos importa mucho todo lo que le pasa: desde su herida de orfandad hasta su obsesión por evitar que el crimen vuelve a tocar a sus seres queridos o a algún otro ciudadano. Batman debe crecer emocionalmente.
El resto del elenco esta fenomenal comenzando por Dano y Kravitz, seguido de Farrel y Turturro, sin dejar a un lado a Wright.
Ahora bien, los personajes no tienen tantos matices, salvo por El acertijo y Gatúbela, un poco el mismo Batman al final, el resto es un tanto unidimensional, sin embargo, la calidad de los actores hace que se destaquen.
A la película le podemos reprochar un par de cosas, como que abusa de los recursos visuales para atraparnos y de pronto deja de lado un par de detalles lógicos de la trama, pero fuera de eso, resulta maravillosa: The Batman de Matt Reeves es una cinta sobresaliente dentro y fuera del género de súper héroes. Es una gran aportación al mito de Batman.