El nuevo filme es un spin off que se enfoca en dos personajes secundarios en la cosmogonía de Rápido y furioso: Hobbs (Dawyne Johnson) y Shaw (Jason Statham), quienes tendrán que unir fuerzas para detener a Brixton (Idris Elba), un súper soldado y, con mucho, el antagonista más poderoso contra quien se han enfrentado.
La trama inicia cuando Hattie Shaw (Vanessa Kirby) y su equipo élite del servicio secreto británico, hacen un operativo para hacerse de una cápsula con un súper virus que puede aniquilar a toda la humanidad. Desafortunadamente, Brixton llega y mata a casi todo el escuadrón británico. Hattie se inyecta el virus y logra huir, sin embargo, Brixton, quien desea el virus, logra inculpar a Hattie del hurto y las muertes de su equipo.
La CIA contacta a Hobbs y a Shaw para que recuperen el virus. Los dos personajes tienen una fuerte rivalidad entre ellos y cuando se les informa que tendrán que trabajar en conjunto, comienza la comedia y el conflicto.
Se descubre que Hattie es la hermana menor de Shaw y que Brixton, quien la está cazando, fue compañero de Shaw cuando hacían misiones encubiertas.
Al enterarse que Hattie se inyectó la cápsula, Shaw y Hobbs hacen todo lo posible por salvar su vida. Rastrean al profesor Andreiko (Eddie Marsan) que creó el virus, y éste les informa quiénes están detrás del virus y al mando de Brixton es “Etheon”, una organización que desea utilizar el virus para erradicar a los elementos débiles de la humanidad e iniciar una nueva era.
A partir de allí, los protagonistas van a Europa Oriental para encontrar la máquina que es capaz de sacar la cápsula de Hattie, no obstante, las cosas se complican porque la máquina está en una de las bases de “Etheon”. Desde ese momento la adrenalina aumentará a niveles colosales.
La película funciona muy bien como una de acción para toda la familia. El ritmo es veloz y las secuencias de acción, sobre todo las persecuciones en vehículos, son sensacionales.
Sin embargo, los diálogos son muy débiles por no decir terribles. Por un lado, algunas interacciones son forzadas sobretodo entre Hobbs y Shaw. Los putdowns son muy primarios y se siente que provienen de adolescentes inseguros con poca imaginación.
Otro aspecto es la obviedad de los comentarios ya que a veces los personajes señalan algo que se ve claramente en la pantalla. Generalmente, se hace esto para resaltar algo pero no funciona cuando ese algo es obvio, al contrario, se siente que falla. Esto pasa sobre todo con Brixton, un villano extraordinario que pierde mucha de su potencia con frases ridículas.
A pesar de la falla en los diálogos, la química entre Hobbs y Shaw funciona. Mucho se debe al carisma natural de los dos actores pero la dinámica en sí es simpática.
Si te gustan películas de acción, sin duda ésta te va a entretener y es una buena manera de pasar la tarde. Además, vale la pena ver el cameo de Helen Mirren, quien sale de la mamá de Shaw y Hattie.