Del 25 de octubre al 25 de noviembre se presentarán siete títulos del maestro del suspenso a través de la cadena Cinépolis en 30 ciudades del país.
por Miguel Mora Vargas
[av_dropcap1]P[/av_dropcap1]ara los que padecen de ornitofobia (miedo excesivo hacia las aves), es bueno recordarles que la película clásica de Hitchcock, Los pájaros (The Birds, EUA, 1963) sigue volando sobre las salas de cine y que ya que en la Cineteca Nacional continúa el ciclo Alfred Hitchcock, más allá del suspenso, seguramente pronto podrás temblar de nuevo ante las parvadas de plumíferos.
La cinta, dirigida por el director y productor de origen británico, Alfred Hitchcock, está basada en la novela corta homónima de Daphne du Maurier, con un guion de Evan Hunter.
Todo inicia en una tienda de animales en la ciudad de San Francisco en donde la casualidad hace que se encuentren Melanie Daniels (Tippi Hedren), una joven rica y voluntariosa, y el abogado Mitch Brenner (Rod Taylor), el momento se presta a una confusión: Mitch la toma como una dependienta de la tienda y le pide un par de Agapornis (pequeños loros) para regalarle a su hermana en su cumpleaños. Melanie se siente atraída por él al instante y decide seguirle el juego hasta que el abogado le revela que la conoce. Sin más por el momento, él, al no encontrar lo que busca, se despide.
Este preámbulo es suficiente para tejer una trama de seducción entre los dos personajes. Las motivaciones son claras: ella no esta acostumbrada a que la rechacen sino que siempre suele obtener lo que quiere. Melanie consigue el par de pequeños loros y va a buscar a Mitch a Bodega Bay, un pequeño pueblo costero en donde todos se conocen. Pronto encuentra la forma de presentarse subrepticiamente para dejarle los pájaros en una jaula dorada. La atracción se aviva entre los dos cuando él la descubre a lo lejos, sin embargo, un extraño incidente con una gaviota hace que las cosas cambien. Melanie resulta herida y sangra por la frente, de inmediato, es alcanzada por Mitch, quien la lleva a un restaurante cercano, donde los dueños, Deke Carter (Lonny Chapman) y su esposa Helen (Elizabeth Wilson), curan su herida.
Pero este incidente es solo el principio de la pesadilla que vendrá más adelante. La película se desarrolla en dos vertientes: una es la relación de flirteo entre Mitch y Melanie donde, aparentemente, el único obstáculo es la actitud posesiva de la madre del joven abogado (Jessica Tandy), y, por el otro lado, tenemos el extraño comportamiento del las aves.
Las hostilidades van en aumento, se multiplican los ataques de los pájaros por oleadas. Primero, en el jardín de una casa en medio de una fiesta infantil, después en el patio de la escuela; en una cabina telefónica; en una estación de servicio donde ocurre una explosión y, por último, en la casa de Mitch donde quedan todos confinados para resguardarse del asalto constante de los pájaros.
Esta película de terror muestra cuán frágiles somos los humanos cuando la naturaleza cae sobre nosotros de manera implacable, es un juego doble en donde Hitchcock hace ver a los protagonistas como aves enjauladas en una cabina telefónica o dentro de una casa, para resguardarse de las arremetidas de los pájaros.
El resultado en este clásico del cine, es una mezcla de suspenso y terror que nunca termina, por un lado, pasa a segundo termino la relación amorosa de los dos principales, simplemente porque es más importante sobrevivir. Además, curiosamente, el final no indica cuál será el destino de los humanos frente a las aves: todo parece indicar que hay una tregua momentánea hasta el próximo ataque, por eso, la última toma con Mitch, Melanie, la mamá y la hermana menor en el auto alejándose, es solo una retirada temporal para buscar refugio, dejando la puerta abierta para que el espectador saque sus propias conclusiones.
Como dato curioso, cabe mencionar que el encargado de la banda sonora, Bernard Hermann, no utilizó música, sino una mezcla de sonidos de aves artificiales que resultan aterradores y siniestros en el contexto de la historia.
Otro dato importante es que los efectos especiales utilizados fueron muy avanzados para su época. En las escenas donde Tippi Herden es atacada por una banda de pájaros, algunas de las aves estaban atadas a su vestuario para que no se alejaran demasiado y se tardaron siete días en filmar esas escenas. Aún así, es sabido que Hitchcock no estaba satisfecho con el resultado visual que se obtenía al poner a los pájaros aleteando contra un fondo azul, por lo que recurrió a Walt Disney para utilizar una técnica de efectos especiales más avanzada conocida como proceso de vapor de sodio, que consiste en la combinación de dibujos animados con personas reales.
Los Pájaros se estreno en julio de 1963. En 2016 fue considerada “cultural, histórica y estéticamente significativa” por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.