A través de un emotivo documental, Netflix nos presenta el ascenso meteórico de Pelé y su coronación irrevocable como el rey del fútbol en el mundial de México 1970.
Pelé es un documental dirigido por Ben Nicholas y David Tryhorn que contiene una dosis importante de material futbolístico del astro brasileño así como los testimonios y opiniones de periodistas y de varios compañeros del rey que saborearon, junto con él, las mieles del triunfo (Amarildo, Rivelino, Zagalo y Jairziño, entre otros), y que de alguna forma dan fe de la genialidad de Pelé.
Para quienes no conocen la historia de Pelé, este documental los hará vibrar, aunque para quienes están familiarizados con la carrera del astro se toparán con algo ya conocido; sin embargo, esta cinta presenta un giro de tuerca, es la inserción de la figura futbolística en medio de una dictadura donde se convierte no sólo en ídolo sino en un escape para la realidad nacional.
En este tenor, Pelé no escapa a la crítica: siempre complaciente con el poder, el astro brasileño no fue una voz crítica ni irreverente del sistema, al contrario, el astro se benefició del él… del marketing, de sus goles, de estrategias mediáticas; pareciera ser que Pelé sólo deseaba jugar fútbol, triunfar y ser adorado; en ese sentido, Pelé no era ningún rebelde, y aun así su futbol fue capaz de sorprender.
Hay por ahi un pasaje que no se toca, que es el de sus relaciones amorosas, el cual podría ensombrecer esa imagen inmaculada volviendo más humano a esta figura, pero los documentalistas no se adentran en detalles, y quizá sea mejor, así podemos recordarlo en toda su grandeza, con sus glorias y aun con los sin sabores de las derrotas de sufrió, que sabiendo que fue un hombre que trascendió la pobreza y su nombre se convirtió en leyenda.
El documental tampoco ahonda mucho en su contexto social y sus relaciones familiares.
Contrario a Maradona, el rey es una figura más cercana a esos héroes que quedan inmortalizados en historias oficialistas como seres unidimensionales, prácticamente sin fallas morales (o al menos no tan graves), cuya vida personal queda relegada. De Maradona no podemos decir lo mismo; al final, tenemos dos figuras incomparables que reciben el cariño de la gente según lo necesite nuestro inconsciente o el momento histórico. Si necesitamos a un héroe inmaculado buscaremos a Pelé, si necesitamos identificarnos con el error humano buscaremos a Maradona.
¿Fallas del documental? Además de reprocharle esa falta de iniciativa en la exploración de la vida amorosa del astro, Pelé, el documental, nos deja con las ganas de más fútbol. Y es que aunque tenga una vasta colección de jugadas del astro, queremos más, sin mencionar que no nos pasan las repeticiones como suele pasar en los programas deportivos (la costumbre de ser aficionado al fútbol).
Por lo demás, el documental es inspirador y sumamente conmovedor, sobre todo cuando vemos al mismo rey recordar ese fabuloso mundial de 1970.
Pelé es un estupendo documental. ¿El mejor que hemos visto? No, pero sí uno de los más emotivos.