Peleas, balazos y chorros de sangre por doquier son las constantes en la cinta La vieja guardia dirigida por Gina Prince-Bythewood y estelarizada por Charlize Theron, una cinta excitante y sumamente disfrutable donde los malos reciben su merecido.
La historia basada en la novela gráfica homónima de Greg Rucka —quien también hace el guion—, cuenta la historia de un grupo de guerreros inmortales liderados por Andy (Theron), quienes deberán buscar la manera de mantener su secreto a salvo de una mente malévola, al tiempo que deben proteger a un nuevo elemento del grupo, una chica llamada Nile (Kiki Layne).
Este grupo de inmortales se dedica a salvar la vida de inocentes, claro, aunque para eso deban matar a varios malosos en el caminio.
Ahora bien, resulta que un contacto suyo de la CIA llamado Copley (Chiwetel Ejiofor) los embauca para ir a una misión de rescate relacionada con la trata de mujeres, la cual resulta ser una emboscada.
¿El objetivo de lo anterior? Dar testimonio de sus habilidades de inmortalidad al directivo de una farmacéutica que busca prolongar la vida de todos los seres humanos. El problema es que a este individuo llamado Merrick (Harry Melling) no le importa si tiene que torturar y matar a estos inmortales para conseguir lo que desea.
Andy deberá tomar decisiones importantes con respecto a su destino y al del grupo.
Más allá de la adrenalina resultante de ver a este grupo de habilidosos guerreros partiendo madres —y varias concesiones a la manera en que los personajes resuelven ciertos nudos—, la historia presenta de manera efectiva el conflicto emocional de los inmortales que viven con un don que es más bien una carga que los condena a la soledad, al acoso de fantasmas del pasado y a la angustia existencial.
Salvo Andy y Nile, los demás personajes del equipo no presentan un gran complejidad, pero presentan la información necesaria de su historia de vida para que empaticemos con ellos. Lo mismo con Merrick y Copley: nos dan lo suficiente para que su rol de villanos funcione.
La vieja guardia no generará grandes reflexiones pero presenta la ligereza necesaria para aguantar poco más de dos horas de acción sin que perdamos interés en el destino de los personajes.
En fin, una buena cinta de entretenimiento que deja el terreno listo para lo que puede ser una emocionante secuela. Disponible en Netflix.