por Miguel Mora
Dentro de la línea del filme-ensayo, João Moreira Salles nos presenta en El intenso ahora (No intenso agora, Brasil, 2017) imágenes que compara y analiza después del descubrimiento de un material amateur captado por su madre en 1966 durante la etapa más radical de la Revolución Cultural en China.
En El intenso ahora el director va narrando las imágenes, mezclando momentos íntimos captados por su familia con tomas de archivo que muestran aspectos importantes de los sucesos de 1968 en Francia, Checoslovaquia y Brasil.
Este método cinematográfico ensayístico, examina con virtuosismo la esencia efímera de momentos históricos de gran magnitud.
João arma un discurso utilizando en su totalidad material de archivo y arroja luz sobre instantes cruciales de los eventos de mayo del 68 en Francia. Muestra la historia del movimiento estudiantil seguido de una huelga general, todo a través de una visión intimista que forma parte de los vagos recuerdos de su infancia: Moreira Salles vivió en esa época en París a la edad de seis años.
Después de una prolífica trayectoria prácticamente desconocida en México, el cineasta brasileño decide sumergirse a organizar un inmenso collage de imágenes, echando mano de videos caseros, grabaciones radiofónicas, películas documentales, entrevistas televisivas, para armar un extenso documento con una armonía original.
Como resultado, destacan momentos importantes de los protagonistas del movimiento estudiantil francés en acaloradas asambleas en la Sorbona donde aparecen Daniel Cohn-Bendit junto con Jacques Sauvegeot y Alain Geismar, al mismo tiempo y sin perder ritmo e intensidad nos traslada a la fascinación captada por una cámara amateur en un viaje que su madre (una periodista de arte) emprende a China. Con esto nos regala imágenes de monumentos antiguos, estudiantes sonrientes, retratos omnipresentes de Lenin, Mao Tse-Tung y aspectos desconocidos de la Gran Revolución Cultural proletaria en China.
Narrada siempre en primera persona, la cinta nos lleva de un lugar a otro, adentrándonos a la invasión de Checoslovaquia en agosto del 68. Es por medio de imágenes capturadas por aficionados que se observan los tanques del pacto de Varsovia liderados por la Unión Soviética al momento de aplastar la revuelta llamada “La Primavera de Praga”.
Un clima fúnebre impregna la película cuando recuerda a los héroes caídos en Praga y Río de Janeiro, como Jean Palach, joven estudiante checo que se auto inmoló a los 20 años en protesta por la represión o Edson Luis de Lima Souto, estudiante Brasileño de 18 años, asesinado por la policía militar en Brasil desatando movilizaciones populares importantes en el mismo año.
El ensayo nos revela el estado de ánimo de los que participaron en los movimientos y los que hicieron el levantamiento de imagen, en algunos casos corresponden a los archivos de la familia del realizador, por eso nos ofrece un material fresco diferente al ojo de un profesional.
Lo interesante de este trabajo es que aborda el cine como una forma de pensamiento y nos habla de ideas, emociones y afectos a través de un discurso de imágenes que nos recuerda que algunos cineastas como Godard, introdujeron el pensamiento en el cine como una parte elocuente para contar historias con otro estilo.
El intenso ahora es un resumen diferente, cuidadoso y valioso de un momento clave en la historia contemporánea.
Si eres fan del género documental y quieres recordar la obra de documentalistas famosos como Chris Marker, Romain Goupil y William Klein, no pierdas la oportunidad de verla.