A pesar de la crítica, la audiencia está amando la película de Mario Bros. En la plataforma Rottentomatoes.com, el tomatómetro de los primeros se encuentra en 58% mientras que en el rubro de la audiencia se coloca en un 96 por ciento. Yo estoy del lado de la audiencia.
La estructura de la cinta es bastante concisa, con todo y que presenta varios guiños nostálgicos a todos aquellos que conocimos a Mario a finales de la década de los 80 gracias a Nintendo.La historia se siente fresca, es bastante divertida y por momentos muy emocionante como una cinta de acción. Además, se le agrega un toque de modernidad de la mano de la princesa Peaches, quien en esta ocasión no está esperando que la rescaten.
Los niños la están amando también. Mi termómetro para estos temas es mi hijo Gabriel quien a sus cuatro años difícilmente aguanta una película completa. En esta ocasión, se mantuvo al filo del asiento durante toda la cinta.
La historia de la cinta gira en torno a Mario y a su hermano Luigi, dos plomeros ítalo americanos de Brooklyn, que acaban de independizarse de su antiguo empleador y cuyo primer paso es lanzar un comercial de televisión para conseguir clientes. Desgraciadamente, nadie en la familia de estos hermanos parece tenerles fe en su paso por el emprendimiento. El padre de ambos piensa que fue una mala idea dejar un trabajo estable, para él, Mario está arrastrando a Luigi en esta desventura.
A la par, en un mundo fantástico, el malvado Bowser ha conseguido hacerse con una estrella y su poder, de esta manera se apoderará del Reino de Hielo. Lo siguiente será conquistar el Reino Champiñón para casarse con la princesa Peaches, quien no está dispuesta a ceder ante el agresor.
De regreso a Brooklyn, Mario, cabizbajo en su habitación luego de darse cuenta de la poca fe que le tiene su familia, ve en las noticias que hay una fuga de agua masiva en la ciudad, así que toma sus herramientas, y sale con Luigi a salvar el día. Durante esta misión, Luigi y Mario serán tragados por una tubería sólo para llegar a un mundo fantástico: el primero llega a los dominios de Browser mientras que el segundo al reino Champiñón donde reina la princesa Peaches.
Luigui es apresado por las huestes de Bowser y encerrado en una jaula sobre un lago de lava junto a los pingüinos del reino de Hielo y otros personajes, entre ellos, una especie de estrella nihilista que cada que habla hace comentarios desesperanzadores mientras mantiene su buen humor.
En el mundo Champiñón, Mario se topa es Toad, un honguito valiente y medio fuera de sí, que le ayudará a entrar al palacio de la reina para que ella pueda ayudarle a encontrarse con su Luigi. De manera inesperada, Mario se enrolará en una cruzada para detener a Bowser junto a Peaches y Toad.
El primer paso en esta odisea será ir al reino de los Kong para pedir ayuda al rey, ya que ellos también corren peligro. Nuestros héroes se encuentran con un sujeto soberbio, quien se pone sus moños y condiciona su ayuda: los ayudará con su poderoso ejército sólo si Mario vence en combate a su hijo Donkey Kong.
Por su parte, Bowser prepara su estrategia para vencer a todos sus enemigos, pero principalmente, fantasea con pedir la mano de la princesa; el villano, en su masculinidad tóxica, piensa que Peaches le dirá inmediatamente que sí, lo cual está lejos de la verdad.
En esta aventura, Mario probará su valía, al tiempo que reafirma la importancia de la hermandad y solidaridad. Por su parte, Peaches —una princesa independiente, empoderada y más habilidosa que el mismo Mario—, defenderá su derecho a decidir lo que hace con su vida frente a ese villano que quiere decirle lo que tiene que hacer.
El resto de los personajes no tienen mucha profundidad Ami un gran arco narrativo, pero son bastante divertidos: Bowser es un típico villano carismático; Luigi tiene gran corazón y es leal a su hermano; Toad es pequeño pero ingenioso y tiene grandes aspiraciones, y Donkey Kong aprenderá que la vida es más que la fuerza bruta y la competitividad.
La historia es ligera, sencilla, directa, divertida y sobre todo efectiva, con grandes guiños a todos aquellos que hemos crecido con la franquicia: la mayoría de los niños y adultos la disfrutarán de principio a fin, a menos, claro, que usted como adulto desee algo más profundo, lo cual no encontrará aquí.
¿Bowser representa la masculinidad tóxica?
En redes sociales estuvieron circulando comentarios de indignación por la toxicidad de Bowser en relación a su carisma. Muchos sostenían que la cinta celebra la masculinidad tóxica.
Lo anterior es un sin sentido, y es que Bowser es un villano, es obvio que representará actitudes que son terriblemente incorrectas. Y al ser una cinta de comedia para niños, el villano tiene cierto tono fársico que cae bien. Pero es sólo para efectos narrativos pues todos los personajes están contra él. Y aunque muchos simpaticen con Bowser es seguro que nadie piensa que el personaje actúa de manera correcta. De entrada, las intenciones del villano se ven frustradas al final de la cinta.
Así pues, qué es lo que la gente espera… ¿un villano políticamente correcto? Si es así es algo absurdo, y si en todas las historias se contara lo que es políticamente correcto, perderían su función: no se invitaría a la reflexión ni a la discusión de nuestras realidades y cotidianidad. El arte narrativo se volvería inservible.
Y es que una cosa es hacer apología del delito o de actitudes ofensivas que van en detrimento de la sociedad, a exponer sus vicios de tal manera que podamos generar una catarsis o iniciar un proceso de diálogo que incida en nosotros mismos o en la sociedad.