El general Silvio Luna (Juan Diego Botto) se ha hecho del poder absoluto en el país sudamericano Corto Maltese, incluyendo el proyecto Starfish, una posible arma de destrucción masiva. Ante este escenario político, Amanda Waller (Viola Davis) recluta una nueva iteración del Suicide Squad, cuya misión será destruir el proyecto antes de que Luna pueda usarlo en contra de los Estados Unidos, país al que odia abiertamente. Así comienza la más reciente película de DC Comics, dirigida y escrita por James Gunn, El escuadrón suicida.
La cinta nunca niega o contradice los eventos sucedidos en la versión de David Ayer de 2016, sin embargo, no es necesaria para entender lo que Gunn nos presenta. Desde el inicio nos explican de manera ágil, que el Task Force X (nombre oficial del equipo) es un programa dirigido por Waller, en el que recluta a super villanos para realizar operaciones no oficiales del gobierno, a cambio de reducir su sentencia y bajo amenaza de detonar la bomba que les implanta, si desobedecen sus órdenes.
Lo único en lo que la versión de Gunn se asemeja a la de Ayer, es que el personaje principal es un villano con una excelente puntería, el cual es manipulado con su hija para ingresar al escuadrón. En el caso de Gunn, el personaje es Bloodsport (Idris Elba) y en el de Ayer Deadshot (Will Smith).
En cuanto a los diálogos, estructura y nivel de exageración, la película recuerda al cine de Quentin Tarantino, especialmente a Inglourious Basterds (2009). Aunque el nivel de violencia y gore, son mas al estilo de Eli Roth, al grado de que realmente no sabes quién podrá sobrevivir, y ganarle a la película una clasificación no apta para niños y adolescentes.
A pesar de lo irreverente de la película, Gunn logra meter de manera natural, una crítica a la política intervencionista de su país, al volver a Corto Maltese un símil de Cuba. Lamentablemente para mantener el tono de la cinta, el dictador y su segundo al mando, Mayor General Mateo Suarez (Joaquín Cosío) terminan siendo viles caricaturas, y nunca se sienten como una verdadera amenaza.
La mayor fortaleza de la película es el desarrollo de personajes – a pesar de ser más de diez – cada uno tiene su momento para lucirse, y lo mejor de todo, realmente se sienten como un equipo.
Además de Waller, regresan Capitan Boomerang (Jai Courtney), el coronel Rick Flag (Joel Kinnaman) y Harley Quinn (Margot Robbie), siendo los dos últimos quienes mas se ven beneficiados de tener un buen guion. Al fin es creíble e interesante el líder de campo del escuadrón, mientras que Robbie entrega su mejor interpretación de Quinn, al mostrar de manera natural las múltiples capas de locura y amor de su personaje.
De las nuevas adiciones al escuadrón, sobresalen Peacemaker (John Cena) y Ratcatcher 2 (Daniela Melchior). El primero es un patriota extremista dispuesto a lo que sea por su país, mientras que la segunda es una millennial capaz de controlar a los roedores. Ella junto a King Shark / Nanaue (Sylvester Stallone), constituyen el corazón del equipo.
También merece reconocimiento Peter Capaldi, quien, a pesar de tampoco ser un digno oponente, su interpretación de Thinker es bastante entretenida y para los fans de Doctor Who, es una oportunidad de ver nuevamente al actor en un papel interesante.
Además de la falta de un villano de peso, la película por momentos se siente un poco repetitiva, al usar en más de una ocasión el recurso de contar que paso momentos antes de lo que acabamos de ver, sin embargo, la cinta logra sobreponerse a estas fallas.
En los trailers, una de las frases que sobresalen es “de la torcida y hermosa mente de James Gunn”, la cual se cumple con creces, pues a pesar del alto nivel de violencia, gore y groserías, la cinta tiene corazón y logra momentos verdaderamente conmovedores, gracias los cuales genuinamente nos preocupa el destino de esta bola de inadaptados.