La cinta dirigida por Sam Raimi resulta sumamente emocionante de tal manera que es una pieza clave para el Universo Marvel, al menos en esta etapa. Y eso que Doctor Strange en el multiverso de la locura (Doctor Strange in The Multiverse of Madness, EU-2022), presenta algunas fallas en la estructura del guion.
En esta secuela, el Doctor Strange (Benedict Cumberbatch) deberá proteger a una chica súper poderosa de origen mexicano llamada America Chávez (Xóchitl Gómez), quien posee la capacidad para viajar a través del multiverso
Su poder es deseado por un misterioso demonio quien tiene la capacidad de mandar monstruos gigantes para atraparla.
Si bien Strange será su mentor y protector, en la primera escena descubrimos que un Strange de otro universo, mientras lucha con un monstruo gigante, no encuentra otra sida más que el sacrificio de la chica: debe robar el poder de América, lo cual le causará la muerte de la susodicha, en aras de mantener a salvo el multiverso. Y es que nuestra heroína nos capaz de controlar su poder, pero seguramente Strange sí.
Afortunadamente las cosas no salen bien para ese Strange y América consigue salvarse del manera momentánea: el monstruo mata a Strange y cuando está a punto de matar a América, ella abre un portal y cae en el universo del Strange que todos conocemos.
A partir de ese momento, el Doctor y América vivirán una carrera contra reloj para evitar que “el demonio” se apodere de la habilidad de viajar por el multiverso. Y para esto recorren diversos universos en los cuales Strange aprenderá más sobre sí mismo, al igual que América; lo mismo para Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen) y Christine (Rachel McAdams); la segunda, interés romántico del Doctor Strange, tendrá un crecimiento importante como personaje, tanto que nos dejará con ganas de saber más sobre ella.
Durante el camino veremos algunos personajes clásicos del Universo Marvel que no habían tenido participación en la saga cinematográfica actual. Y que para muchos fans resulta un deleite ver: nos referiremos a Reed Richards (John Krasisnki) de los Cuatro Fantásticos y al profresor Charles Xavier (Patrick Stuart) de los X-Men.
El carisma de los personajes y la manera en que se entrelazan sus historias con series como What If y Wandavision, y con Spider Man: Sin camino a casa, resulta emocionante —junto con las secuencia de pelea— y abre posibilidades de spin offs y especulaciones de héroes y villanos por venir. Lo anterior se combina con el toque sangriento de Raimi y bueno… el resultado es un festín aunque hay un “pero”.
Y es que tanta información diluye la atención de todos los personajes, y aunque su carisma nos atrapa, nos quedamos con ganas de conocerlos a una mayor profundidad, tanto al mismo Strange como a América, pasando por Christine y a Wong, el Hechicero Supremo. No menciono a Wanda porque Doctor Strange 2 funciona como un gran complemento de Wandavision.
La cinta comienza con un misterio que resuelve en minutos, luego ser plantea un nuevo misterio: El demonio en cuestión es tan poderoso que sólo con libro místico llamado El Libro de los Vishanti podrán derrotarlo, pero luego… la situación vuelve a cambiar y los protagonistas dependen de algo más… que termina resolviéndose de manera un poco abrupta. Al final, hay un dejo de insatisfacción como cuando uno va a un restaurante y pide un platillo delicioso pero se da cuenta de que las porciones son muy pequeñas.
Con todo y lo anterior, la cinta encaja perfecto dentro de lo mejor del Universo Cinematográfico de Marvel. Nos dejará con ganas de ver más de Doctor Strange y de sus compañeros — seguro América tendrá un rol muy importante —, y, sobre ver qué será lo siguiente que dirija Sam Raimi en esta saga.