por Diana Rosas
“Todas las historias están contadas”… esa fue la premisa bajo la cual se abordó la cinta Como si fuera la primera vez (México, 2019) de Mauricio Valle, remake de la película estelarizada por Adam Sandler y Drew Barrymore, 50 First Dates (EUA, 2004).
La producción mexicana se trabajó con un punto de vista completamente diferente al filme original. De entrada, Mauricio propuso que la historia se contara desde los ojos de la protagonista, lo cual traería nuevos retos, como por ejemplo, el poder transmitir a la audiencia el sentir de que ella se encuentra atrapada en un bucle que parece no tener fin.
Por otro lado, se buscó que esta versión tratara de proyectar “cómo se vive un romance de forma inocente, así como el sentido de la gente que nos ama, para ayudarnos a asimilar nuestro pasado y enfrentar nuestro presente”, dijo el director en conferencia de prensa.
Ya desde hace tiempo, Mauricio Valle había revelado la relación especial que tenía con la cinta: “Cuando Sony Pictures International me invita a trabajar con ellos y en la lista de propiedades encuentro 50 First Dates, lo tomo como una cita con el destino. Me tocó cubrir sus eventos de prensa en 2004 y sabía qué me hubiera gustado hacer con la película, quería confiar más en los personajes y menos en la comedia física sin dejar de lado la comedia de situación, quería trabajar la historia desde el punto de vista de ella, para sentir cómo está atrapada en el tiempo hasta que él la libera y me importaba estar más cerca del corazón de la historia que nos invita a luchar”.
La anécdota
Como si fuera la primera vez se estrenará el próximo 30 de agosto. Estelarizada por Vadhir Derbez, Ximena Romo, Alejandro Camacho, Iliana Fox y Paco Rueda, la trama gira en torno a Diego (Vadhir Derbez), un biólogo marino comprometido con su trabajo hasta que su carrera lo lleva a República Dominicana, donde conoce a Luci (Ximena Romo).
A pesar de la clara atracción que hay entre ambos desde el principio, al día siguiente Luci no lo recuerda porque años atrás tuvo un accidente automovilístico y, desde entonces, cada noche su memoria se borra.
Convencido de que es la mujer de sus sueños, Diego está dispuesto a hacer cualquier cosa para ganar el corazón de Luci, incluso si eso implica tener que encontrar cada día una nueva manera para conquistarla a ella y a su sobreprotectora familia.
En un inicio, el director quería hacer una película con temática familiar, pero las cosas dieron un giro: “… me doy cuenta que terminé haciendo comedia a través de cómo fue realizándose la película. Ellos (refiriéndose a los actores) me hicieron descubrir el mundo de la comedia”.
Aunado a lo anterior, el sentido del humor de la cinta se vio enriquecido gracias a las diferencias culturales entre dominicanos y mexicanos: cuando los actores dominicanos actuaban, se les pedía que no respetaran los diálogos, más bien que hablaran con sus propias palabras y si había cosas que se consideraba que no se iban a entender, se modificaban para lograr una fusión entre México y Dominicana.
Más allá de las diferencias culturales, el clima fue un factor complicado, primero debido al calor, luego resultó que, cuando el rodaje estaba a punto de empezar, un huracán obligó a posponer los planes de producción. Y cuando el equipo regresó a la isla se topó con paisajes naturales que se habían transformado debido al clima por lo que tuvieron que buscar nuevas locaciones.
En un balance final, el resultado fue sumamente gratificante para los actores y el equipo de producción mexicano, principalmente por la forma cómo los recibieron los dominicanos involucrados en el proyecto, quienes fueron clave para que todo llegara a buen puerto.
El actor Alejandro Camacho celebró la película y reiteró que este tipo de trabajos son los que deben de estar en las pantallas: “Ahora, los contenidos que nos bombardean son violentos. Está es una buena opción para pasar un buen rato y ver algo completamente diferente”.
Por su parte, Ximena Romo incitó al público a confiar en el cine mexicano: “lo maravilloso de la ficción y realizar este tipo de trabajos es que la gente que lo hace, así como el público que lo hace es diferente. Eso es lo que hace enriquecernos y las experiencias sean diferentes”.