El documental Tiger King: Murder, Mayhem and Madness, original de Netflix, es un viaje surreal por el alocado camino de conservación, protección y tráfico de especies exóticas en Estados Unidos, particularmente de una de las más atractivas: el tigre.
El título Tiger King está dedicado a Joe Exotic, dueño y fundador del zoológico Greater Wynnewood Exotic Animal Park en el estado de Oklahoma, que construyó este espacio en homenaje a su difunto hermano y por su gran amor a los animales.
Joe Exotic convierte con la ayuda de sus trabajadores y supuestos amigos, este lugar en un centro de atracciones y actividades turísticas redituable, pero con los años se develan sus verdaderos intereses relacionados con el dinero, la fama y el poder.
De acuerdo con datos de esta serie documental de siete episodios dirigida por Eric Goode y Rebecca Chaiklin, tan solo en Estados Unidos, viven en cautiverio entre 5 mil y 10 mil tigres, cifra alarmante si tomamos en cuenta que en su hábitat natural existen menos de 4 mil.
Los protagonistas de esta historia no son los grandes felinos ni tampoco las otras especies que aparecen en pantalla, sino una serie de personajes y propietarios de zoológicos estadounidenses que, como Joe Exotic, usan a estos animales para proyectar su imagen pública y logran vivir al filo de la ley.
En este sentido, Joe Exotic es la estrella del show, y parece que en un principio el mundo salvaje en cautiverio le sonríe con éxito, pues logra reproducir, criar, vender y exhibir tigres para entretenimiento humano.
Desde los primeros instantes del documental, se posiciona frente a la cámara con su carisma y personalidad como el Rey Tigre, captando la atención del espectador por su bizarra apariencia y actitud extravagante que, por momentos, rebasan la compresión humana.
La excéntrica vida de Joe Exotic, quien llegó a tener 2 esposos al mismo tiempo, parece ser un acto de comedia barata y poco producida. Incursiona en internet como videoblogger, cantante y contrata a un equipo con experiencia en televisión para grabar cada momento y situación dentro del zoológico.
Con el tiempo, el poder y la obsesión por la fama dañan el cuidado de los animales y los ambiciosos planes de Joe Exotic se fragmentan al tomar malas decisiones laborales, financieras y políticas, como convertirse en candidato independiente en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, y después postularse para gobernador en el estado de Oklahoma en 2018.
También aparecen otros casos similares como el de Bhagavan “Doc” Antle de Myrtle Beach Safari en Carolina de Sur y Tim Stark de Wildlife In Need en Indiana, éste último enfrenta actualmente una demanda por maltrato animal en sus instalaciones.
Paralelamente a estos personajes surrealistas, conocemos la historia de Carole Baskin, propietaria del centro de rescate Big Cat Rescue en Florida, una mujer que navega con el estandarte de conservacionista y protectora de grandes felinos.
Lo último que ofrece es una solución o propuesta por resolver el problema del cautiverio, y vemos a una mujer manipuladora e inteligente que utiliza a voluntarios para mantener su negocio y reproducir practicas similares a la gente que crítica por lucrar con animales para entretenimiento.
Carole Baskin y Joe Exotic terminan enfrascados en problemas de tinte personal y una pelea legal que refleja la indiferencia y el egoísmo humano, quedando en último término la protección animal.
Tiger King es un documental entretenido y sorprendente que parece el guion perfecto de una novela que lo tiene todo: drama, pasión, crimen, locura, inspiración, traición y muchos animales exóticos; con la enseñanza de que estas practicas son un negocio redondo que, a la larga, terminan por ser una bomba de tiempo.