Sticks and stones may break my bones, but words can never hurt me.
por Jerónimo Arellano Zandi
av_dropcap1]E[/av_dropcap1]l más reciente stand-up de Dave Chappelle, Sticks and Stones (Estados Unidos, 2019) es uno de los más provocadores de su última etapa. El comediante no dudó en quitarse los guantes, hablando de temas controversiales con su tradicional agudeza y humor sin tregua.
El stand-up toma su nombre de una expresión en inglés que subraya que las palabras/insultos no duelen tanto como un golpe físico. En español lo traducen como “A palabras necias, oídos sordos”. Y subrayo la relevancia de nombrarlo de esa manera ya que Chappelle lidió con temas incendiarios: las acusaciones de pederastia contra Michael Jackson, tiroteos en las escuelas y “la gente alfabeto” (LGBT), por mencionar algunos.
La buena comedia siempre tiene un tinte de irreverencia, busca criticar, señalar incongruencias y despertar la reflexión. Nadie o nada debe ser inmune, ya que todo ser humano o institución puede y debe ser objeto de cierto escrutinio.
Existen numerosas maneras para poner bajo tela de juicio a la sociedad pero la comedia lo hace sin sermonear, buscando generar risas y deleite.
El objetivo del comediante es sostener un espejo ante la sociedad para reflejar sus vicios y disparates, con la esperanza de que enmiende dichas fallas después de esta señalización.
Dave Chappelle es un veterano, ha sobrevivido numerosas controversias a lo largo de su trayectoria, y ninguna ha logrado postrarlo.
Su programa, Chapelle’s Show (Estados Unidos, 2003-6) fue un parteaguas en el mundo de la comedia de Estados Unidos. Sólo tuvo tres temporadas, pero generó una biblioteca de referencias y personajes que permearon el colectivo cómico del país del Norte. Desde su “satirización” del músico Rick James (conocido por la canción Super Freak) hasta su sketch de Clayton Bigsby, un ciego que es supremacista blanco y no sabe que es negro.
Estados Unidos es un país que actualmente está muy polarizado. La derecha y la izquierda conciben la realidad de maneras radicalmente opuestas, y claro, cada una se considera la portadora de la verdad o la razón.
Chappelle, como buen comediante, se distancia de la polarización para poder observarla desde lejos, lo cual le permite hacer agudos y acertados comentarios acerca del zeitgeist de su país.
Sticks and Stones ha generado mucha controversia y crítica en Estados Unidos y mucho radica en que el comediante no está polarizado como el resto del país, así que se burla de temas considerados sacrosantos. No se postra ante la cultura Twitter de “es blanco o es negro” y mucho menos piensa que si algo es incómodo es malo, al contrario, su comedia (y la buena) debe incomodar ya que nos señala nuestros defectos.
En la tragedia El rey Lear, el bufón es el único personaje que le dice “sus verdades” al viejo rey quien destierra a su hija Cordelia, la única que ama a su padre y le desea bien. La comedia siempre va generar discusión; un chiste puede hacer reír a unos y a otros no, por eso, siempre hay que cavar y buscar en el subtexto lo que verdaderamente se está diciendo.
Stick and Stones, aunque no todo es chistoso, nos deja pensando en muchas cosas.
Actualmente en Netflix.