Cha-chaaan… ¿En dónde nos quedamos? Ah, sí:
- Randall y Beth quieren adoptar un bebé.
- Kevin trabaja en una película dirigida por Ron Howard con Silverter Stalone (su gran oportunidad en Hollywood).
- Kate hace audiciones para lanzarse como cantante.
Mientras tanto, en el pasado, Jack admite que tiene problemas —de nuevo— con el alcohol y empieza a ir a Alcóholicos Anónimos.
Más tarde, nos muestran cómo quedó la casa de los Pearson después de un incendio brutal que la dejó en ruinas.
Kate visita a Kevin en el set de su película y sostiene una conversación con Stalone sobre la muerte de Jack. Kate confronta a su hermano por no hacer nada para lidiar con el asunto y discuten. Entonces, Kevin, en una distracción se lastima la rodilla durante una escena, lo cual le impide seguir el ritmo de la filmación y las demandas de su personaje.
Randall y Beth consiguen fungir como hogar provisional para una chica adolescente llamada Déjà (Lyric Ross) cuya madre, Shauna, fue encarcelada. Déjà es una chica difícil que ha tenido una vida terrible, pero la familia de Randall, incluídas sus hijas, hacen todo lo posible por darle un espacio seguro.
Las cosas para Kate parecen iluminarse cuando se entera de que está embarazada y está emocionada pero también muy preocupada por su obesidad. Toby es el hombre más feliz al recibir la noticia.
Pero para Kevin el panorama se oscurece: tras una cirugía de rodilla, trata de convencerse que ya está bien y fuerza la pierna para caminar aparentando que no tiene nada, todo con la ayuda de fuertes fármacos, pero al quedarse sin medicamentos y sin recetas para conseguirlos, comienza a tomar como si no hubiera mañana y deja plantada a Sophie en un evento muy importante.
Esta vez, además de llevarnos al pasado de los trillizos, los brillantes guionistas de This Is Us nos llevan aún más atrás en el pasado: la infancia de Jack donde descubrimos que tiene un hermano llamado Nick con quien peleó de la mano en Vietnam.
A pesar de que Randall trata de hacer todo porque Déjà esté bien, Shauna es un fuerte impedimento.
Kevin trata de ponerse en pie pero entre medicamentos y alcohol no hace más que cavar un hoyo más profundo. Su relación con Sophie se termina y es invitado a la que fue su preparatoria como ex alumno destacado. Estando ahí, con los sentidos completamente alterados, recuerda cómo terminó su carrera como futbolista profesional: con la rodilla rota.
De regreso al presente, tras pasar la tarde en la preparatoria, Kevin se va a la cama con Charlotte, una antigua compañera del colegio que vivió enamorada de él durante años y de la cual él no sabe ni su nombre. La noche de pasión le sirve para robarle unas recetas a Charlotte, quien es doctora, y se escabulle sin despedirse, pero se da cuenta de que dejó el collar de su papá en casa de Charlotte y trata de recuperarlo, pero la chica, indignada, lo manda al diablo.
Kevin sufre una crisis nerviosa y le habla a su hermano Randall, quien antes de escuchar lo que Kevin iba a decir, le avisa que Kate perdió al bebé.
Rebecca trata de acercarse a su hija en este terrible momento y le cuenta cómo fue para ella perder al otro trillizos. Esto ayuda a que la relación entre Kate y Rebecca sea menos ríspida ya que Rebecca nunca supo cómo acercarse a su hija desde que era niña.
Shauna sale de la cárcel y la trabajadora social recomienda que Déjà regrese con su madre. Randall y Beth están furiosos, pero deciden que podrían hacerse cargo de otro pequeño .
Kevin toca fondo y trata de suicidarse conduciendo como loco, pero se da cuenta de que su sobrina Tess, hija mayor de Randall, está en el asiento trasero, esto hace que Kevin regrese a sus cabales y termina en un centro de rehabilitación.
Después de una temporada, toda la familia se reúne con Kevin en el centro de rehabilitación y, en una sesión de terapia familiar, todos destapan sus emociones y sentimientos, entre ellos, Kevin revela a Rebecca que siempre se sintió desplazado por Randall. Entonces Rebecca confiesa que sí quería más a Randall porque él sí se dejaba amar y fue el único que no la abandonó tras la muerte de Jack.
Cada quien da su punto de vista y entablan una discusión, pero pronto liman asperezas.
Randall compra el edificio donde vivía William y planea remodelarlo para que los inquilinos, que eran grandes amigos de William, puedan vivir mejor, pero se topa con que el edificio es un caos y su obra de beneficencia no será una tarea fácil.
Al salir de rehabilitación, Kevin se va a vivir con Rebecca y Miguel. En todo este tiempo, Kevin siempre ha rechazado a Miguel por haberse casado con su madre después de haber sido el mejor amigo de su padre, pero en esta estancia Kevin entiende muchas cosas y termina aceptando la relación.
En 1997, el día del Super Bowl, Jack olvida comprar las baterías para el detector de humo de la cocina y más tarde lo vemos desilusionado porque ninguno de sus tres hijos quiso ver el juego con él. Más tarde, cuando toda la familia duerme, un electrodoméstico en la cocina hace corto circuito y el incendio comienza.
La familia despierta entre llamas y Jack, como el héroe que es, saca a toda su familia sana y salva de la casa, pero Kate llora desesperada por su cachorro y Jack regresa para salvarlo, junto con el álbum familiar. Y no, aquí no muere Jack.
Rebecca acompaña a Jack al hospital para que lo revisen tras haber inhalado altas cantidades de humo y todo parece estar bien, pero cuando ella sale a comprar algo de comer, Jack muere de un infarto fulminante como resultado del humo inhalado.
Sí, ahora ya sabemos cómo, cuándo y por qué murió Jack.
Los Pearson asisten al funeral y esparcen las cenizas de Jack junto a un árbol.
En el presente, la despedida de soltero de Toby sale terrible porque Kevin y Randall están metidos en sus asuntos y en lo último que piensan es en hacer sentir bien a su futuro cuñado.
Shauna y Déjà ahora están juntas y Randall las lleva a vivir a su casa, pero corre a Shauna para más tarde comprobar ante la corte que esta mujer es una irresponsable y que no puede hacerse cargo de Déjà por lo que la chica termina quedándose con la familia de Randall pero conteniendo una furia que se desfogará de la peor manera al final de la temporada.
Y… llegó el gran día: la boda de Kate y Toby tiene que ser perfecta, pero antes de llegar al altar, las cosas se complican. Los padres de Toby tratan de convencerlo de que no se case con Kate; Déjà destruye el coche de Randall con un bat de béisbol; Toby olvida la playera de Jack que Kate le encargó porque la iba a usar como “algo viejo”.
Al final, todo se acomoda, Kate habla con un imaginario Jack que le pide que lo deje ir para que Toby pueda entrar completamente en su vida, entonces esparce lo que tenía guardado de las cenizas de Jack y regresa al altar para sellar su amor con Toby.
La temporada termina con una serie de flashforwards que nos muestran:
- A Toby en cama, deprimido.
- Kevin y la prima de Beth, como pareja, viajando juntos hacia unas vacaciones por Vietnam.
- Randall diciendo a su hija Tess, quien ya es adulta, “¿Estás lista para verla?”.
Así que, si queremos enterarnos de qué habla Randall, no hay de otra: tendremos que ver la tercera temporada de This Is Us.